Mateo 1:1
¶ Libro de la generación de Jesús, el Cristo, hijo de David, hijo de Abraham.
Mateo 1:2
Abraham engendró a Isaac; e Isaac engendró a Jacob; y Jacob engendró a Judá y a sus hermanos.
Mateo 1:3
Y Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara; y Fares engendró a Esrom; y Esrom engendró a Aram.
Mateo 1:4
Y Aram engendró a Aminadab; y Aminadab engendró a Naasón; y Naasón engendró a Salmón.
Mateo 1:5
Y Salmón engendró de Rahab a Booz, y Booz engendró de Rut a Obed y Obed engendró a Jessé.
Mateo 1:6
Y Jessé engendró al rey David; y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías:
Mateo 1:7
Y Salomón engendró a Roboam; y Roboam engendró a Abías; y Abías engendró a Asa.
Mateo 1:8
Y Asa engendró a Josafat; y Josafat engendró a Joram; y Joram engendró a Uzías.
Mateo 1:9
Y Uzías engendró a Jotam; y Jotam engendró a Acaz; y Acaz engendró a Ezequías.
Mateo 1:10
Y Ezequías engendró a Manasés; y Manasés engendró a Amón; y Amón engendró a Josías.
Mateo 1:11
Y Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la transmigración de Babilonia.
Mateo 1:12
Y después de la transmigración de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel; y Salatiel engendró a Zorobabel.
Mateo 1:13
Y Zorobabel engendró a Abiud; y Abiud engendró a Eliaquim; y Eliaquim engendró a Azor.
Mateo 1:14
Y Azor engendró a Sadoc; y Sadoc engendró a Aquim; y Aquim engendró a Eliud.
Mateo 1:15
Y Eliud engendró a Eleazar; y Eleazar engendró a Matán; y Matán engendró a Jacob.
Mateo 1:16
Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, el cual es llamado Cristo.
Mateo 1:17
De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones; y desde David hasta la transmigración de Babilonia, catorce generaciones; y desde la transmigración de Babilonia hasta el Cristo, catorce generaciones.
Mateo 1:18
¶ Y el nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
Mateo 1:19
Y José su marido, como era justo, y no queriendo infamarla, quiso dejarla secretamente.
Mateo 1:20
Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor se le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Mateo 1:21
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Mateo 1:22
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fue dicho por el Señor, por el profeta que dijo:
Mateo 1:23
He aquí una Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que es, si lo declaras: Dios con nosotros.
Mateo 1:24
Y siendo despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
Mateo 1:25
Y no la conoció hasta que dio a luz a su hijo Primogénito; y llamó su nombre JESUS.
Mateo 2:1
¶ Y cuando nació Jesús en Belén de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos sabios vinieron del oriente a Jerusalén,
Mateo 2:2
diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Mateo 2:3
Y oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.
Mateo 2:4
Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Mateo 2:5
Y ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
Mateo 2:6
Y tú, Belén, de tierra de Judá, no eres muy pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un Guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.
Mateo 2:7
Entonces Herodes, llamando en secreto a los sabios, entendió de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
Mateo 2:8
y enviándolos a Belén, dijo: Andad allá, y preguntad con diligencia por el niño; y después que le hallaréis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
Mateo 2:9
¶ Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño.
Mateo 2:10
Y viendo la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Mateo 2:11
Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones: oro, e incienso y mirra.
Mateo 2:12
Y siendo avisados por revelación Divino en sueños que no volviesen a Herodes, se volvieron a su tierra por otro camino.
Mateo 2:13
¶ Y partidos ellos, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que Herodes buscará al niño para matarlo.
Mateo 2:14
Y él despertando, tomó al niño y a su madre de noche, y se fue a Egipto;
Mateo 2:15
y estuvo allá hasta la muerte de Herodes: para que se cumpliese lo que fue dicho por el Señor, por el profeta que dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Mateo 2:16
¶ Herodes entonces, viéndose burlado de los sabios, se enojó mucho, y envió, y mató a todos los niños que había en Belén y en todos sus términos, de edad de dos años abajo, conforme al tiempo que había entendido de los sabios.
Mateo 2:17
Entonces se cumplió lo que fue dicho por el Señor por el profeta Jeremías, que dijo:
Mateo 2:18
Voz fue oída en Ramá, lamentación, lloro y gemido grande; Raquel que llora sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.
Mateo 2:19
¶ Mas muerto Herodes, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José en Egipto,
Mateo 2:20
diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel; que muertos están los que procuraban la muerte del niño.
Mateo 2:21
Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y se vino a tierra de Israel.
Mateo 2:22
Y oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, temió ir allá; mas amonestado por revelación Divino en sueños, se fue a las partes de Galilea.
Mateo 2:23
Y vino, y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno.
Mateo 3:1
¶ Y en aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
Mateo 3:2
y diciendo: Arrepentíos, que el Reino de los cielos se acerca.
Mateo 3:3
Porque éste es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Voz de uno que clama en el desierto; aparejad el camino del Señor, enderezad sus veredas.
Mateo 3:4
Y tenía Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
Mateo 3:5
Entonces salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán;
Mateo 3:6
y eran bautizados de él en el Jordán, confesando sus pecados.
Mateo 3:7
¶ Y viendo él muchos de los fariseos y de los saduceos, que venían a su bautismo, les decía: Generación de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que vendrá?
Mateo 3:8
Haced pues frutos dignos de arrepentimiento,
Mateo 3:9
y no penséis decir dentro de vosotros: a Abraham tenemos por padre; porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Mateo 3:10
Ahora, ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Mateo 3:11
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras de mí, más poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Mateo 3:12
Su aventador en su mano está, y aventará su era; y allegará su trigo en el alfolí, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
Mateo 3:13
¶ Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado de él.
Mateo 3:14
Mas Juan lo resistía mucho, diciendo: Yo necesito ser bautizado de ti, ¿y tú vienes a mí?
Mateo 3:15
Pero respondiendo Jesús le dijo: Deja ahora; porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces le dejó.
Mateo 3:16
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Mateo 3:17
Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.
Mateo 4:1
¶ Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Mateo 4:2
Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre.
Mateo 4:3
Y llegándose a él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
Mateo 4:4
Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con sólo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale por la boca de Dios.
Mateo 4:5
Entonces el diablo le pasa a la Santa ciudad, y lo pone sobre las almenas del Templo,
Mateo 4:6
Y le dice: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; que escrito está: A sus ángeles mandará por ti, y te alzarán en las manos, para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Mateo 4:7
Jesús le dijo: Escrito está además: No tentarás al Señor tu Dios.
Mateo 4:8
Otra vez le pasó el diablo a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
Mateo 4:9
Y le dice: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Mateo 4:10
Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás.
Mateo 4:11
El diablo entonces le dejó: y he aquí los ángeles llegaron y le servían.
Mateo 4:12
¶ Mas oyendo Jesús que Juan estaba preso, se volvió a Galilea;
Mateo 4:13
y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y de Neftalí:
Mateo 4:14
Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo:
Mateo 4:15
La tierra de Zabulón, y la tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;
Mateo 4:16
el pueblo asentado en tinieblas, vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les esclareció.
Mateo 4:17
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, que el Reino de los cielos se ha acercado.
Mateo 4:18
¶ Y andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
Mateo 4:19
Y les dice: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
Mateo 4:20
Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron.
Mateo 4:21
Y pasando de allí vio otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en el barco con Zebedeo, su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
Mateo 4:22
Y ellos, dejando luego el barco y a su padre, le siguieron.
Mateo 4:23
¶ Y rodeó Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda flaqueza en el pueblo.
Mateo 4:24
Y corría su fama por toda Siria; y le traían todos los que tenían mal; los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y lunáticos, y paralíticos, y los sanaba.
Mateo 4:25
Y le siguió gran multitud de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea y del otro lado del Jordán.
Mateo 5:1
¶ Y viendo la multitud, subió en el monte; y sentándose, se llegaron a él sus discípulos.
Mateo 5:2
Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
Mateo 5:3
¶ Bienaventurados los pobres en espíritu; porque de ellos es el Reino de los cielos.
Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran (enlutados) , porque ellos recibirán consolación.
Mateo 5:5
Bienaventurados los mansos; porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Mateo 5:6
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia (o rectitud) , porque ellos serán saciados.
Mateo 5:7
Bienaventurados los misericordiosos; porque ellos alcanzarán misericordia.
Mateo 5:8
Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios.
Mateo 5:9
Bienaventurados los pacificadores; porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Mateo 5:10
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia (o rectitud) , porque de ellos es el Reino de los cielos.
Mateo 5:11
Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y se dijere toda clase de mal de vosotros por mi causa, mintiendo.
Mateo 5:12
Gozaos y alegraos; porque vuestro galardón es grande en los cielos; que así persiguieron a los profetas que estuvieron antes de vosotros.
Mateo 5:13
¶ Vosotros sois la sal de la tierra; y si la sal se perdiere su sabor ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Mateo 5:14
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Mateo 5:15
Ni se enciende la lámpara y se pone debajo de un almud, sino en el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
Mateo 5:16
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5:17
¶ No penséis que he venido para desatar la ley o los profetas; no he venido para desatarla, sino para cumplirla.
Mateo 5:18
Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde perecerá de la Ley, hasta que todas las cosas sean cumplidas.
Mateo 5:19
De manera que cualquiera que desatare uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los cielos; mas cualquiera que los hiciere y los enseñare, éste será llamado grande en el Reino de los cielos.
Mateo 5:20
Porque os digo, que si vuestra justicia (rectitud) no fuere mayor que la de los escribas y de los fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos.
Mateo 5:21
¶ Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare, será culpado del juicio.
Mateo 5:22
Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare descontroladamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere: Fatuo, será culpado del quemadero del fuego.
Mateo 5:23
Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti,
Mateo 5:24
deja allí tu presente delante del altar, y ve, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.
Mateo 5:25
Concíliate con tu adversario presto, entre tanto que estás con él en el camino; para que no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prisión.
Mateo 5:26
De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
Mateo 5:27
¶ Oísteis que fue dicho a los antiguos: No adulterarás.
Mateo 5:28
Mas yo os digo, que cualquiera que mira a la mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Mateo 5:29
Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al quemadero.
Mateo 5:30
Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala, y échala de ti; que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al quemadero.
Mateo 5:31
También fue dicho: Cualquiera que repudiare a su mujer, déle carta de divorcio.
Mateo 5:32
Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
Mateo 5:33
¶ Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No te perjurarás; mas pagarás al Señor tus juramentos.
Mateo 5:34
Mas yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
Mateo 5:35
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Mateo 5:36
Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer un cabello blanco o negro.
Mateo 5:37
Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Mateo 5:38
¶ Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Mateo 5:39
Mas yo os digo: No resistáis con mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;
Mateo 5:40
y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
Mateo 5:41
y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.
Mateo 5:42
Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehuses.
Mateo 5:43
¶ Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
Mateo 5:44
Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen;
Mateo 5:45
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueva sobre justos e injustos.
Mateo 5:46
Porque si amareis a los que os aman, ¿qué salario tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
Mateo 5:47
Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los publicanos?
Mateo 5:48
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Mateo 6:1
¶ Mirad que no hagáis vuestra limosna delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis salario acerca de vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 6:2
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para tener gloria de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
Mateo 6:3
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha;
Mateo 6:4
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en secreto, él te pagará en público.
Mateo 6:5
¶ Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su salario.
Mateo 6:6
Mas tú, cuando ores, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público.
Mateo 6:7
Y orando, no seáis prolijos, como los mundanos que piensan que por su palabrería serán oídos.
Mateo 6:8
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Mateo 6:9
¶ Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.
Mateo 6:10
Venga tu Reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Mateo 6:11
Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Mateo 6:12
Y suéltanos nuestras deudas, como también nosotros soltamos a nuestros deudores.
Mateo 6:13
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el Reino, y la potencia, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mateo 6:14
Porque si soltareis a los hombres sus ofensas, os soltará también a vosotros vuestro Padre celestial.
Mateo 6:15
Mas si no soltareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os soltará vuestras ofensas.
Mateo 6:16
¶ Y cuando ayunéis, no seáis como los hipócritas, austeros; porque ellos demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan; de cierto os digo, que ya tienen su pago.
Mateo 6:17
Mas tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro;
Mateo 6:18
para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público.
Mateo 6:19
¶ No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Mateo 6:20
sino haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan:
Mateo 6:21
Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
Mateo 6:22
La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso;
Mateo 6:23
mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la lumbre que hay en ti son tinieblas, ¡cuántas serán las mismas tinieblas!
Mateo 6:24
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mateo 6:25
¶ Por tanto os digo: No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
Mateo 6:26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Mateo 6:27
Mas ¿quién de vosotros podrá, acongojándose, añadir a su estatura un codo?
Mateo 6:28
Y por el vestido ¿por qué os acongojáis? Aprended de los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
Mateo 6:29
mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fue vestido así como uno de ellos.
Mateo 6:30
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Mateo 6:31
No os acongojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos?
Mateo 6:32
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas tenéis necesidad.
Mateo 6:33
Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:34
Así que, no os acongojéis por lo de mañana; que el mañana traerá su congoja: basta al día su aflicción.
Mateo 7:1
¶ No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Mateo 7:2
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán a medir.
Mateo 7:3
Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo?
Mateo 7:4
O ¿cómo dirás a tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí hay una viga en tu ojo?
Mateo 7:5
¡Hipócrita! Echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.
Mateo 7:6
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
Mateo 7:7
¶ Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y se os abrirá.
Mateo 7:8
Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca, se le abre.
Mateo 7:9
¿Qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra?
Mateo 7:10
¿Y si le pidiere un pez, le dará una serpiente?
Mateo 7:11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden?
Mateo 7:12
¶ Así que, todas las cosas que quisiereis que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.
Mateo 7:13
Entrad por la puerta estrecha: porque el camino que lleva a perdición es ancho y espacioso; y los que van por él, son muchos.
Mateo 7:14
Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida; y pocos son los que lo hallan.
Mateo 7:15
¶ También guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos robadores.
Mateo 7:16
Por sus frutos los conoceréis. ¿Se cogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Mateo 7:17
De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol podrido lleva malos frutos.
Mateo 7:18
No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol podrido llevar frutos buenos.
Mateo 7:19
Todo árbol que no lleva buen fruto, se corta y se echa en el fuego.
Mateo 7:20
Así que, por sus frutos los conoceréis.
Mateo 7:21
¶ No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Mateo 7:22
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas?
Mateo 7:23
Y entonces les confesaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.
Mateo 7:24
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña;
Mateo 7:25
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la peña.
Mateo 7:26
Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé al varón loco, que edificó su casa sobre la arena;
Mateo 7:27
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.
Mateo 7:28
Y cuando Jesús acabó estas palabras, la multitud se admiraba de su doctrina;
Mateo 7:29
porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Mateo 8:1
¶ Cuando descendió del monte, le seguían muchas personas.
Mateo 8:2
Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme.
Mateo 8:3
Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fue limpiada.
Mateo 8:4
Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para que les conste.
Mateo 8:5
¶ Y entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,
Mateo 8:6
y diciendo: Señor, mi criado yace en casa paralítico, gravemente atormentado.
Mateo 8:7
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Mateo 8:8
Y respondió el centurión, y dijo: Señor, no soy digno de que entres debajo de mi techado; mas solamente di con la palabra, y mi criado sanará.
Mateo 8:9
Porque también yo soy hombre bajo potestad, y tengo debajo de mi potestad soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Mateo 8:10
Y oyéndolo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Mateo 8:11
Mas yo os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, e Isaac, y Jacob, en el Reino de los cielos;
Mateo 8:12
mas los hijos del Reino serán echados en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 8:13
Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creiste te sea hecho. Y su criado fue sano en la misma hora.
Mateo 8:14
¶ Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a su suegra echada en cama, y con fiebre.
Mateo 8:15
Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
Mateo 8:16
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y echó de ellos los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos;
Mateo 8:17
para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Mateo 8:18
¶ Y viendo Jesús gran multitud alrededor de sí, mandó que se fuesen al otro lado del lago .
Mateo 8:19
Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que fueres.
Mateo 8:20
Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza.
Mateo 8:21
Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame licencia para que vaya primero, y entierre a mi padre.
Mateo 8:22
Y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
Mateo 8:23
¶ Y entrando él en un barco, sus discípulos le siguieron.
Mateo 8:24
Y he aquí, fue hecho en el mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía.
Mateo 8:25
Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos.
Mateo 8:26
Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, despierto, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Mateo 8:27
Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
Mateo 8:28
¶ Y cuando él llegó a la otra ribera, a la provincia de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino.
Mateo 8:29
Y he aquí clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá a molestarnos antes de tiempo?
Mateo 8:30
Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo.
Mateo 8:31
Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permítenos ir a aquel hato de puercos.
Mateo 8:32
Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de puercos; y he aquí, todo el hato de los puercos se precipitó de un despeñadero en el mar, y murieron en las aguas.
Mateo 8:33
Y los porqueros huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.
Mateo 8:34
Y he aquí, toda la ciudad salió a encontrar a Jesús. Y cuando le vieron, le rogaban que se fuese de sus términos.
Mateo 9:1
¶ Entonces entrando en un barco, pasó al otro lado, y vino a su ciudad.
Mateo 9:2
Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados.
Mateo 9:3
Y he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
Mateo 9:4
Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis malas cosas en vuestros corazones?
Mateo 9:5
¿Qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados; o decir: Levántate, y anda?
Mateo 9:6
Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.
Mateo 9:7
Entonces él se levantó y se fue a su casa.
Mateo 9:8
Y la multitud, viéndolo, se maravilló, y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
Mateo 9:9
¶ Y pasando Jesús de allí, vio a un hombre que estaba sentado al banco de los tributos públicos , el cual se llamaba Mateo; y le dice: Sígueme. Y se levantó, y le siguió.
Mateo 9:10
Y aconteció que estando él sentado a la mesa en su casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.
Mateo 9:11
Y viendo esto los fariseos, dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Mateo 9:12
Mas oyéndolo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
Mateo 9:13
Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio; porque no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a arrepentimiento.
Mateo 9:14
¶ Entonces los discípulos de Juan vinieron a él, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?
Mateo 9:15
Y Jesús les dijo: ¿Pueden los hijos the la recamara nuncial tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Mas vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Mateo 9:16
Y nadie echa remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Mateo 9:17
Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los odres; mas echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente.
Mateo 9:18
¶ Hablando él estas cosas a ellos, he aquí vino un principal, y le adoró, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
Mateo 9:19
Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos.
Mateo 9:20
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre hacía doce años, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido,
Mateo 9:21
porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré libre.
Mateo 9:22
Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha librado. Y la mujer fue libre desde aquella hora.
Mateo 9:23
Y llegado Jesús a casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la multitud que hacía bullicio,
Mateo 9:24
les dijo: Apartaos, que la muchacha no está muerta, mas duerme. Y se burlaban de él.
Mateo 9:25
Pero cuando la multitud fue echada fuera, entró, y la tomó de su mano, y se levantó la muchacha.
Mateo 9:26
Y se difundió esta fama por toda aquella tierra.
Mateo 9:27
¶ Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.
Mateo 9:28
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor.
Mateo 9:29
Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Mateo 9:30
Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente , diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
Mateo 9:31
Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
Mateo 9:32
Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.
Mateo 9:33
Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la multitud se maravilló, diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel.
Mateo 9:34
Mas los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
Mateo 9:35
¶ Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y todo flaqueza en el pueblo.
Mateo 9:36
Y viendo la multitud, tuvo misericordia de ella; porque estaba derramada y esparcida como ovejas que no tienen pastor.
Mateo 9:37
Entonces dice a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Mateo 9:38
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Mateo 10:1
¶ Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda flaqueza.
Mateo 10:2
Y los nombres de los doce apóstoles son éstos: el primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
Mateo 10:3
Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;
Mateo 10:4
Simón el cananeo y Judas Iscariote, que también le entregó.
Mateo 10:5
¶ A estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el camino de los gentiles no iréis, y en ciudad de samaritanos no entréis;
Mateo 10:6
mas id antes a las ovejas perdidas de la Casa de Israel.
Mateo 10:7
Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos ha llegado.
Mateo 10:8
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Mateo 10:9
No proveáis oro, ni plata, ni dinero en vuestros cintos;
Mateo 10:10
ni alforja para el camino; ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.
Mateo 10:11
Mas en cualquier ciudad, o aldea donde entréis, buscad con diligencia quién sea en ella digno, y reposad allí hasta que salgáis.
Mateo 10:12
Y entrando en la casa, saludadla.
Mateo 10:13
Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
Mateo 10:14
Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Mateo 10:15
De cierto os digo, que el castigo será más tolerable a la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que a aquella ciudad.
Mateo 10:16
¶ He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpientes, y inocentes como palomas.
Mateo 10:17
Y guardaos de los hombres, porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
Mateo 10:18
Y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los gentiles.
Mateo 10:19
Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.
Mateo 10:20
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
Mateo 10:21
Y hermano entregará a hermano a la muerte, y padre a hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.
Mateo 10:22
Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mateo 10:23
Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del hombre.
Mateo 10:24
El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.
Mateo 10:25
Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de la familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?
Mateo 10:26
Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
Mateo 10:27
Lo que os digo en tinieblas, decidlo en luz; y lo que oís al oído, predicadlo desde los terrados.
Mateo 10:28
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar; temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el quemadero.
Mateo 10:29
¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Mateo 10:30
Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
Mateo 10:31
Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Mateo 10:32
Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Mateo 10:33
Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Mateo 10:34
No penséis que he venido para meter paz en la tierra; no he venido para meter paz, sino espada.
Mateo 10:35
Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.
Mateo 10:36
Y los enemigos del hombre serán los de su casa.
Mateo 10:37
El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.
Mateo 10:38
Y el que no toma su madero, y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Mateo 10:39
El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Mateo 10:40
El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Mateo 10:41
El que recibe profeta en nombre de profeta, salario de profeta recibirá; y el que recibe justo en nombre de justo, salario de justo recibirá.
Mateo 10:42
Y cualquiera que diere a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su salario.
Mateo 11:1
¶ Y fue, que acabando Jesús de dar mandamientos a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
Mateo 11:2
Y oyendo Juan en la prisión los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
Mateo 11:3
diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mateo 11:4
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis:
Mateo 11:5
Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, y el evangelio es predicado a los pobres.
Mateo 11:6
Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
Mateo 11:7
¶ E idos ellos, comenzó Jesús a decir de Juan a la multitud: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña que es meneada del viento?
Mateo 11:8
Mas ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre cubierto de delicados vestidos? He aquí, los que traen vestidos delicados, en las casas de los reyes están.
Mateo 11:9
Mas ¿qué salisteis a ver? ¿Profeta? También os digo, y más que profeta.
Mateo 11:10
Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, Que aparejará tu camino delante de ti.
Mateo 11:11
De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujer otro mayor que Juan el Bautista; mas el que es más pequeño en el Reino de los cielos, mayor es que él.
Mateo 11:12
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al Reino de los cielos se da vida; y los valientes lo arrebatan.
Mateo 11:13
Porque todos los profetas y la ley hasta Juan profetizaron.
Mateo 11:14
Y si queréis recibir, él es aquel Elías que había de venir.
Mateo 11:15
El que tiene oídos para oír, oiga.
Mateo 11:16
¶ Mas ¿a quién compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,
Mateo 11:17
Y dicen: Os tañimos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis.
Mateo 11:18
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene.
Mateo 11:19
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Mas la sabiduría es aprobada por sus hijos.
Mateo 11:20
Entonces comenzó a reconvenir el beneficio a las ciudades en las cuales habían sido hechas muchas de sus maravillas, porque no se habían enmendado, diciendo :
Mateo 11:21
¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón fueran hechas las maravillas que han sido hechas en vosotras, en otro tiempo se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.
Mateo 11:22
Por tanto yo os digo, que a Tiro y a Sidón será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a vosotras.
Mateo 11:23
Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos serás abajada; porque si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubiera quedado hasta el día de hoy.
Mateo 11:24
Por tanto yo os digo, que a la tierra de los de Sodoma será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a ti.
Mateo 11:25
¶ En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños.
Mateo 11:26
Sí, Padre, porque así agradó en tus ojos.
Mateo 11:27
Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.
Mateo 11:29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
Mateo 11:30
Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Mateo 12:1
¶ En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en día de sábado; y sus discípulos tenían hambre, y comenzaron a coger espigas, y a comer.
Mateo 12:2
Y viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado.
Mateo 12:3
Y él les dijo: ¿No habéis leído qué hizo David, teniendo él hambre y los que con él estaban;
Mateo 12:4
cómo entró en la Casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no le era lícito comer, ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes?
Mateo 12:5
O ¿no habéis leído en la ley, que los sábados en el Templo los sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa?
Mateo 12:6
Pues os digo que uno mayor que el Templo está aquí.
Mateo 12:7
Mas si supieseis qué es: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenarías a los inocentes:
Mateo 12:8
Porque Señor aún del sábado, es el Hijo del hombre.
Mateo 12:9
Y partiendo de allí, vino a la sinagoga de ellos.
Mateo 12:10
Y he aquí había allí un hombre que tenía una mano seca; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en sábado?, por acusarle.
Mateo 12:11
Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante?
Mateo 12:12
Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien.
Mateo 12:13
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra.
Mateo 12:14
¶ Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra él para destruirle.
Mateo 12:15
Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguieron grandes multitudes, y sanaba a todos.
Mateo 12:16
Y él les encargaba rigurosamente que no le descubriesen;
Mateo 12:17
para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo:
Mateo 12:18
He aquí mi siervo, al cual he escogido; mi Amado, en el cual se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él y a los gentiles anunciará juicio.
Mateo 12:19
No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz.
Mateo 12:20
La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio.
Mateo 12:21
Y en su Nombre esperarán los gentiles.
Mateo 12:22
¶ Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó; de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía.
Mateo 12:23
Y las multitudes estaban fuera de sí, y decían: ¿Es éste aquel Hijo de David?
Mateo 12:24
Mas los Fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.
Mateo 12:25
Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Mateo 12:26
Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?
Mateo 12:27
Y si yo por Beelzebú echo fuera los demonios, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
Mateo 12:28
Y si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
Mateo 12:29
Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa?
Mateo 12:30
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no coge, derrama.
Mateo 12:31
Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada a los hombres.
Mateo 12:32
Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero.
Mateo 12:33
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol podrido, y su fruto podrido; porque por el fruto es conocido el árbol.
Mateo 12:34
Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Mateo 12:35
El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas.
Mateo 12:36
Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio;
Mateo 12:37
porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mateo 12:38
¶ Entonces respondiendo algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
Mateo 12:39
Y él respondió, y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta.
Mateo 12:40
Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
Mateo 12:41
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar.
Mateo 12:42
La reina del austro se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.
Mateo 12:43
Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
Mateo 12:44
Entonces dice: Me volveré a mi casa de donde salí; y cuando viene, la halla desocupada, barrida y adornada.
Mateo 12:45
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y son peores las postrimerías del tal hombre que las primeras. Así también acontecerá a esta generación mala.
Mateo 12:46
¶ Y estando él aún hablando a la multitud, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar.
Mateo 12:47
Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar.
Mateo 12:48
Y respondiendo él al que le decía esto , dijo: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
Mateo 12:49
Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
Mateo 12:50
Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
Mateo 13:1
¶ Y aquel día, saliendo Jesús de casa, se sentó junto al mar.
Mateo 13:2
Y se allegó a él gran multitud; y entrando él en el barco, se sentó, y toda la multitud estaba a la ribera.
Mateo 13:3
Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí el que sembraba salió a sembrar.
Mateo 13:4
Y sembrando, parte de la simiente cayó junto al camino; y vinieron las aves, y la comieron.
Mateo 13:5
Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y nació luego, porque no tenía profundidad de tierra;
Mateo 13:6
mas saliendo el sol, se quemó; y se secó, porque no tenía raíz.
Mateo 13:7
Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
Mateo 13:8
Y parte cayó en buena tierra, y dio fruto: uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta.
Mateo 13:9
Quien tiene oídos para oír, oiga.
Mateo 13:10
Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
Mateo 13:11
Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no es concedido.
Mateo 13:12
Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Mateo 13:13
Por eso les habló por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
Mateo 13:14
De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no miraréis.
Mateo 13:15
Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
Mateo 13:16
Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
Mateo 13:17
Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Mateo 13:18
Oíd, pues, vosotros la parábola del que siembra:
Mateo 13:19
Oyendo cualquiera la Palabra del Reino, y no entendiéndola, viene el Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino.
Mateo 13:20
Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo.
Mateo 13:21
Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal; que venida la aflicción o la persecución por la Palabra, luego se ofende.
Mateo 13:22
Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra; pero la congoja de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la Palabra, y se hace infructuosa.
Mateo 13:23
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la Palabra, y el que lleva el fruto; y produce uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno .
Mateo 13:24
¶ Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo;
Mateo 13:25
mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
Mateo 13:26
Y cuando salió en hierba e hizo fruto, entonces apareció también la cizaña.
Mateo 13:27
Y llegándose los siervos del padre de la familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
Mateo 13:28
Y él les dijo: El hombre enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la cojamos?
Mateo 13:29
Y él dijo: No; porque cogiendo la cizaña, no arranquéis también con ella el trigo.
Mateo 13:30
Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Coged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi alfolí.
Mateo 13:31
Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que tomándolo un hombre lo sembró en su campo;
Mateo 13:32
el cual a la verdad es la más pequeña de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
Mateo 13:33
Otra parábola les dijo: El Reino de los cielos es semejante a la levadura que tomándola la mujer, la esconde en tres medidas de harina, hasta que todo se leude.
Mateo 13:34
Todo esto habló Jesús por parábolas a la multitud; y nada les habló sin parábolas.
Mateo 13:35
Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca; Rebosaré cosas escondidas desde la fundación del mundo.
Mateo 13:36
Entonces, despedida la multitud, Jesús se vino a casa; y llegándose a él sus discípulos, le dijeron: Decláranos la parábola de la cizaña del campo.
Mateo 13:37
Y respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre;
Mateo 13:38
y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo;
Mateo 13:39
y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del siglo, y los segadores son los ángeles.
Mateo 13:40
De manera que como es cogida la cizaña, y quemada al fuego, así será en el fin de este siglo.
Mateo 13:41
Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su Reino todos los estorbos, y a los que hacen iniquidad,
Mateo 13:42
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 13:43
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Mateo 13:44
¶ También, el Reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
Mateo 13:45
También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas;
Mateo 13:46
que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Mateo 13:47
También el Reino de los cielos es semejante a la red, que echada en el mar, coge de toda suerte de peces ;
Mateo 13:48
la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, cogieron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera.
Mateo 13:49
Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,
Mateo 13:50
Y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 13:51
Les dijo Jesús: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos responden: Sí, Señor.
Mateo 13:52
Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el Reino de los cielos, es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
Mateo 13:53
¶ Y aconteció que acabando Jesús estas parábolas, pasó de allí.
Mateo 13:54
Y venido a su tierra, les enseñó en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban fuera de sí, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría, y estas maravillas?
Mateo 13:55
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo y José, y Simón, y Judas?
Mateo 13:56
¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todo esto?
Mateo 13:57
Y se escandalizaban en él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra y en su casa.
Mateo 13:58
Y no hizo allí muchas maravillas, a causa de la incredulidad de ellos.
Mateo 14:1
¶ En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
Mateo 14:2
Y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; él ha resucitado de los muertos, y por eso virtudes obran en él.
Mateo 14:3
Porque Herodes había prendido a Juan, y le había aprisionado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;
Mateo 14:4
porque Juan le decía: No te es lícito tenerla.
Mateo 14:5
Y quería matarle, mas temía al pueblo; porque le tenían por profeta.
Mateo 14:6
Mas celebrándose el día del nacimiento de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes.
Mateo 14:7
Y prometió él con juramento darle todo lo que pidiese.
Mateo 14:8
Y ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
Mateo 14:9
Entonces el rey se entristeció; mas por el juramento, y por los que estaban juntamente a la mesa, mandó que se le diese.
Mateo 14:10
Y ordenó degollar a Juan en la cárcel.
Mateo 14:11
Y fue traída su cabeza en un plato y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
Mateo 14:12
Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo, y lo enterraron; y fueron, y dieron las nuevas a Jesús.
Mateo 14:13
¶ Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en un barco a un lugar desierto, apartado; y cuando la multitud lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
Mateo 14:14
Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo misericordia de ellos, y sanó a los que de ellos había enfermos.
Mateo 14:15
Y cuando fue la tarde del día, se llegaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado; despide la multitud, para que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer.
Mateo 14:16
Mas Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
Mateo 14:17
Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
Mateo 14:18
El les dijo: Traédmelos acá.
Mateo 14:19
Y mandando a la multitud recostarse sobre la hierba, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo, y partiendo los panes los dio a los discípulos, y los discípulos a la multitud.
Mateo 14:20
Y comieron todos, y se saciaron; y alzaron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.
Mateo 14:21
Y los que comieron fueron como cinco mil varones, sin contar las mujeres y los niños.
Mateo 14:22
¶ Luego Jesús hizo a sus discípulos entrar en un barco, e ir delante de él al otro lado del lago , entre tanto que él despedía a la multitud.
Mateo 14:23
Y despedida la multitud, subió en el monte, apartado, a orar; y cuando llegó la tarde del día, estaba allí solo.
Mateo 14:24
Y ya el barco estaba en medio del mar, atormentado de las ondas; porque el viento era contrario.
Mateo 14:25
Mas a la cuarta vela de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar.
Mateo 14:26
Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: Fantasma es. Y dieron voces de miedo.
Mateo 14:27
Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Confiad, YO SOY; no tengáis miedo.
Mateo 14:28
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Mateo 14:29
Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro del barco, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Mateo 14:30
Pero viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzándose a hundir, dio voces, diciendo: Señor, sálvame.
Mateo 14:31
Luego Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: Oh hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?
Mateo 14:32
Y cuando ellos entraron en el barco, el viento reposó.
Mateo 14:33
Entonces los que estaban en el barco, vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Mateo 14:34
¶ Y llegando al otro lado, vinieron a la tierra de Genezaret.
Mateo 14:35
Cuando le conocieron los varones de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;
Mateo 14:36
y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que le tocaron, fueron salvos.
Mateo 15:1
¶ Entonces llegaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
Mateo 15:2
¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan.
Mateo 15:3
Y él respondiendo, les dijo: ¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
Mateo 15:4
Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldijere al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
Mateo 15:5
Pero vosotros decís: Cualquiera que dijere al padre o a la madre: Es ya ofrenda mía a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
Mateo 15:6
y ya no deberá honrar a su padre o a su madre con socorro . Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.
Mateo 15:7
Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo:
Mateo 15:8
Este pueblo de su boca se acerca a mí y de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí.
Mateo 15:9
Mas en vano me adoren, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.
Mateo 15:10
¶ Y llamando a sí la multitud, les dijo: Oíd, y entended:
Mateo 15:11
No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Mateo 15:12
Entonces llegándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos, oyendo esta palabra, se ofendieron?
Mateo 15:13
Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
Mateo 15:14
Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en un hoyo.
Mateo 15:15
Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola.
Mateo 15:16
Y Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?
Mateo 15:17
¿No entendéis todavía que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina?
Mateo 15:18
Mas lo que sale de la boca, del mismo corazón sale; y esto contamina al hombre.
Mateo 15:19
Porque del corazón salen los malos pensamientos: muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias.
Mateo 15:20
Estas cosas son las que contaminan al hombre; que comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
Mateo 15:21
¶ Y saliendo Jesús de allí, se fue a las partes de Tiro y de Sidón.
Mateo 15:22
Y he aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija esta enferma, poseida del demonio.
Mateo 15:23
Mas él no le respondió palabra. Entonces llegándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despáchala, pues da voces tras nosotros.
Mateo 15:24
Y él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la Casa de Israel.
Mateo 15:25
Entonces ella vino, y le adoró, diciendo: Señor socórreme.
Mateo 15:26
Y respondiendo él, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Mateo 15:27
Y ella dijo: Sí, Señor; mas los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores.
Mateo 15:28
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora.
Mateo 15:29
¶ Y partiendo Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí.
Mateo 15:30
Y llegaron a él muchas personas, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y muchos otros enfermos ; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó;
Mateo 15:31
De manera que se maravillaba la multitud, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, y ver los ciegos; y glorificaron al Dios de Israel.
Mateo 15:32
Y Jesús llamando a sus discípulos, dijo: Tengo misericordia de la multitud, que ya hace tres días que perseveran conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, para que no desmayen en el camino.
Mateo 15:33
Entonces sus discípulos le dicen: ¿Dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande?
Mateo 15:34
Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos.
Mateo 15:35
Y mandó a la multitud que se recostasen sobre la tierra.
Mateo 15:36
Y tomando los siete panes y los peces, dando gracias, partió y dio a sus discípulos; y los discípulos a la multitud.
Mateo 15:37
Y comieron todos, y se saciaron; y alzaron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas.
Mateo 15:38
Y eran los que habían comido, cuatro mil varones, sin contar las mujeres y los niños.
Mateo 15:39
Entonces, despedida la multitud, subió en un barco; y vino a los términos de Magdala.
Mateo 16:1
¶ Y llegándose los fariseos y los saduceos para tentarle, le pedían que les mostrase señal del cielo.
Mateo 16:2
Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Sereno; porque el cielo tiene arreboles.
Mateo 16:3
Y a la mañana: Hoy tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis tomar decisiones basadas en la faz del cielo; ¿y en las señales de los tiempos no podéis?
Mateo 16:4
La generación mala y adúltera demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Y dejándolos, se fue.
Mateo 16:5
¶ Y viniendo sus discípulos del otro lado del lago , se habían olvidado de tomar pan.
Mateo 16:6
Y Jesús les dijo: Mirad, y guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
Mateo 16:7
Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Es porque no tomamos pan.
Mateo 16:8
Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tomasteis pan?
Mateo 16:9
¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes de los cinco mil hombres , y cuántos cestos alzasteis?
Mateo 16:10
¿Ni de los siete panes de los cuatro mil, y cuántas canastas tomasteis?
Mateo 16:11
¿Cómo es que no entendéis que no por el pan os dije, que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos?
Mateo 16:12
Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
Mateo 16:13
¶ Y viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
Mateo 16:14
Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Mateo 16:15
El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy?
Mateo 16:16
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.
Mateo 16:17
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mateo 16:18
Mas yo también te digo, que tú eres Pedro una piedra pequeña , y sobre la piedra grande edificaré mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Mateo 16:19
Y a ti daré las llaves del Reino de los cielos; que todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Mateo 16:20
Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús, el Cristo.
Mateo 16:21
¶ Desde aquel tiempo comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le convenía ir a Jerusalén, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Mateo 16:22
Y Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
Mateo 16:23
Entonces él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres estorbo; porque no entiendes lo que es de Dios, sino lo que es de los hombres.
Mateo 16:24
¶ Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame.
Mateo 16:25
Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá, y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Mateo 16:26
Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?
Mateo 16:27
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
Mateo 16:28
De cierto os digo: hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino.
Mateo 17:1
¶ Y después de seis días, Jesús toma a Pedro, y a Jacobo, y a Juan su hermano, y los lleva aparte a un monte alto;
Mateo 17:2
Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz.
Mateo 17:3
Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
Mateo 17:4
Y respondiendo Pedro, dijo a Jesús: Señor, bien es que nos quedemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres tabernáculos: para ti uno, y para Moisés otro, y otro para Elías.
Mateo 17:5
Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento; a El oíd.
Mateo 17:6
Y oyendo esto los discípulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en gran manera.
Mateo 17:7
Entonces Jesús llegando, los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.
Mateo 17:8
Y alzando ellos sus ojos, a nadie vieron, sino a Jesús solo.
Mateo 17:9
Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos.
Mateo 17:10
Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen, pues, los escribas que es necesario que Elías venga primero?
Mateo 17:11
Y respondiendo Jesús, les dijo: a la verdad, Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas.
Mateo 17:12
Mas os digo que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá de ellos.
Mateo 17:13
Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista.
Mateo 17:14
¶ Cuando ellos llegaron a la multitud, vino a él un hombre hincándose de rodillas,
Mateo 17:15
Y diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece malamente; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua.
Mateo 17:16
Y lo he presentado a tus discípulos, y no le han podido sanar.
Mateo 17:17
Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación infiel y torcida! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de sufrir? Traédmelo acá.
Mateo 17:18
Y Jesús le reprendió, y salió el demonio de él; y el niño fue sano desde aquella hora.
Mateo 17:19
Entonces, llegándose los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no lo pudimos echar fuera?
Mateo 17:20
Y Jesús les dijo: Por vuestra infidelidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá; y se pasará; y nada os será imposible.
Mateo 17:21
Mas este linaje de demonios no sale sino por oración y ayuno.
Mateo 17:22
¶ Y estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres,
Mateo 17:23
Y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera.
Mateo 17:24
¶ Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
Mateo 17:25
Y él dice: Sí. Y entrando él en casa, Jesús le habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quién cobran los tributos o el censo? ¿De sus hijos o de los extraños?
Mateo 17:26
Pedro le dice: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos.
Mateo 17:27
Sin embargo, para que no los ofendamos, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que viniere, tómalo, y abierta su boca, hallarás un estátero: tómalo, y dáselo por mí y por ti.
Mateo 18:1
¶ En aquel tiempo se llegaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el Reino de los cielos?
Mateo 18:2
Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
Mateo 18:3
Y dijo: De cierto os digo, que si no os convirtáis, y fuereis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos.
Mateo 18:4
Así que, cualquiera que se abajare como este niño, éste es el mayor en el Reino de los cielos.
Mateo 18:5
Y cualquiera que recibiere a un tal niño en mi nombre, a mí me recibe.
Mateo 18:6
Y cualquiera que hace tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le anegase en lo profundo del mar.
Mateo 18:7
¶ ¡Ay del mundo por los escándalos! Porque necesario es que vengan escándalos; mas ¡ay de aquel hombre por el cual viene el escándalo!
Mateo 18:8
Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasión de caer, córtalos y echalos de ti; mejor te es entrar cojo o manco a la vida, que teniendo dos manos o dos pies ser echado al fuego eterno.
Mateo 18:9
Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; que mejor te es entrar con un ojo a la vida, que teniendo dos ojos ser echado al quemadero del fuego.
Mateo 18:10
Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.
Mateo 18:11
Porque el Hijo del hombre es venido para salvar lo que se había perdido.
Mateo 18:12
¿Qué os parece? Si tuviese algún hombre cien ovejas, y se perdiese una de ellas, ¿no iría por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar la que se había perdido?
Mateo 18:13
Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo, que más se goza de aquella, que de las noventa y nueve que no se perdieron.
Mateo 18:14
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
Mateo 18:15
¶ Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre ti y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
Mateo 18:16
Mas si no te oyere, toma aún contigo uno o dos, para que en boca de dos o de tres testigos conste toda palabra.
Mateo 18:17
Y si no oyere a ellos, dilo a la Iglesia; y si no oyere a la Iglesia, tenle por un mundano y un publicano.
Mateo 18:18
De cierto os digo que todo lo que ligareis en la tierra, será ligado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, será desatado en el cielo.
Mateo 18:19
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Mateo 18:20
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos.
Mateo 18:21
¶ Entonces Pedro, llegándose a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete?
Mateo 18:22
Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete.
Mateo 18:23
Por lo cual, el Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.
Mateo 18:24
Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
Mateo 18:25
Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y pagar.
Mateo 18:26
Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Mateo 18:27
El señor, movido a misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda.
Mateo 18:28
Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
Mateo 18:29
Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba, diciendo: Detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Mateo 18:30
Mas él no quiso; sino fue, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda.
Mateo 18:31
Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon a su señor todo lo que había pasado.
Mateo 18:32
Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste:
Mateo 18:33
¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti?
Mateo 18:34
Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Mateo 18:35
Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas.
Mateo 19:1
¶ Y aconteció que acabando Jesús estas palabras, se pasó de Galilea, y vino a los términos de Judea, pasado el Jordán.
Mateo 19:2
Y le siguió gran multitud, y los sanó allí.
Mateo 19:3
¶ Entonces se llegaron a él los fariseos, tentándolo, y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?
Mateo 19:4
Y él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, macho y hembra los hizo?
Mateo 19:5
Y dijo: Por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una carne.
Mateo 19:6
Así que, no son ya más dos, sino una carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.
Mateo 19:7
Le dicen: ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla?
Mateo 19:8
Les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero desde el principio no fue así.
Mateo 19:9
Y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera; y el que se casare con la repudiada, adultera.
Mateo 19:10
Le dicen sus discípulos: Si así es el negocio del hombre con su mujer, no conviene casarse.
Mateo 19:11
Entonces él les dijo: No todos pueden recibir esta palabra, sino aquellos a quienes es dado.
Mateo 19:12
Porque hay castrados que nacieron así del vientre de su madre; y hay castrados, que son hechos por los hombres; y hay castrados que se castraron a sí mismos por causa del Reino de los cielos; el que pueda tomar eso , tómelo.
Mateo 19:13
¶ Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les riñeron.
Mateo 19:14
Y Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis de venir a mí; porque de los tales es el Reino de los cielos.
Mateo 19:15
Y habiendo puesto sobre ellos las manos se fue de allí.
Mateo 19:16
¶ Y he aquí, uno llegándose le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
Mateo 19:17
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber , Dios; y si quieres entrar a la vida, guarda los mandamientos.
Mateo 19:18
Le dice: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Mateo 19:19
Honra al padre y a la madre. Y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 19:20
Le dice el joven: Todo esto guardé desde mi juventud; ¿qué más me falta?
Mateo 19:21
Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Mateo 19:22
Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Mateo 19:23
¶ Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que el rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos.
Mateo 19:24
Pero os digo, que más liviano trabajo es pasar un cable por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el Reino de Dios.
Mateo 19:25
Mas sus discípulos, oyendo estas cosas, se espantaron en gran manera, diciendo: ¿Quién pues podrá ser salvo?
Mateo 19:26
Mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
Mateo 19:27
Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué pues tendremos?
Mateo 19:28
Y Jesús les dijo: De cierto os digo, que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando se sentará el Hijo del hombre en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Mateo 19:29
Y cualquiera que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y la vida eterna tendrá por heredad.
Mateo 19:30
Mas muchos primeros serán postreros, y postreros primeros.
Mateo 20:1
¶ Porque el Reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.
Mateo 20:2
Y habiéndose concertado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
Mateo 20:3
Y saliendo cerca de la hora tercera, vio otros que estaban en la plaza ociosos;
Mateo 20:4
Y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que fuere justo. Y ellos fueron.
Mateo 20:5
Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.
Mateo 20:6
Y saliendo cerca de la hora undécima, halló otros que estaban ociosos; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día ociosos?
Mateo 20:7
Le dicen: Porque nadie nos ha contratado. Les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que fuere justo.
Mateo 20:8
Y cuando fue la tarde del día, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.
Mateo 20:9
Y viniendo los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.
Mateo 20:10
Y viniendo también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.
Mateo 20:11
Y tomándolo, murmuraban contra el padre de la familia,
Mateo 20:12
Diciendo: Estos postreros sólo han trabajado una hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos llevado la carga y el calor del día.
Mateo 20:13
Y él respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no te concertaste conmigo por un denario?
Mateo 20:14
Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.
Mateo 20:15
¿No me es lícito a mí hacer lo que quiero en mis cosas? o ¿es malo tu ojo, porque yo soy bueno?
Mateo 20:16
Así los primeros serán postreros, y los postreros primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Mateo 20:17
¶ Y subiendo Jesús a Jerusalén, tomó sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo:
Mateo 20:18
He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte;
Mateo 20:19
y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, y azoten, y cuelguen en un madero; mas al tercer día resucitará.
Mateo 20:20
¶ Entonces se llegó a él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, adorando, y pidiéndole algo.
Mateo 20:21
Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Di que se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu Reino.
Mateo 20:22
Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís; ¿podéis beber el vaso que yo tengo de beber, y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Y ellos le dicen: Podemos.
Mateo 20:23
Y él les dice: A la verdad mi vaso beberéis, y del bautismo de que yo soy bautizado, seréis bautizados; mas el sentaros a mi mano derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a los que está aparejado por mi Padre.
Mateo 20:24
Cuando los diez oyeron esto , se enojaron con los dos hermanos.
Mateo 20:25
Entonces Jesús llamándolos, dijo: Ya sabéis que los príncipes de los gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad.
Mateo 20:26
Mas entre vosotros no será así; sino el que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor;
Mateo 20:27
Y el que quisiere entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo;
Mateo 20:28
como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Mateo 20:29
¶ Entonces saliendo ellos de Jericó, le seguía gran multitud.
Mateo 20:30
Y he aquí dos ciegos sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros.
Mateo 20:31
Y la multitud les reñía para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros.
Mateo 20:32
Y parándose Jesús, los llamó, y dijo: ¿Qué queréis que haga por vosotros?
Mateo 20:33
Ellos le dicen: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Mateo 20:34
Entonces Jesús, teniendo misericordia de ellos , les tocó los ojos, y luego sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.
Mateo 21:1
¶ Y como se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de las Olivas, entonces Jesús envió dos discípulos,
Mateo 21:2
Diciéndoles: Id a la aldea que está delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos.
Mateo 21:3
Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los ha menester. Y luego los dejará.
Mateo 21:4
Y todo esto fue hecho, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo:
Mateo 21:5
Decid a la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de yugo.
Mateo 21:6
Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó;
Mateo 21:7
Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y se sentó sobre ellos.
Mateo 21:8
Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
Mateo 21:9
Y las personas que iban delante, y las que iban detrás, aclamaban diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Mateo 21:10
Y entrando él en Jerusalén, toda la ciudad se alborotó, diciendo: ¿Quién es éste?
Mateo 21:11
Y los acompañantes decían: Este es Jesús, el Profeta, de Nazaret de Galilea.
Mateo 21:12
¶ Y entró Jesús en el Templo de Dios, y echó fuera todos los que vendían y compraban en el Templo, y trastornó las mesas de los cambiadores, y las sillas de los que vendían palomas;
Mateo 21:13
Y les dice: Escrito está: Mi Casa, Casa de oración será llamada; mas vosotros cueva de ladrones la habéis hecho.
Mateo 21:14
Entonces vinieron a él ciegos y cojos en el Templo, y los sanó.
Mateo 21:15
Mas los príncipes de los sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! Se indignaron,
Mateo 21:16
y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dice: Sí; ¿nunca leisteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?
Mateo 21:17
Y dejándolos, se marchó fuera de la ciudad, a Betania; y posó allí.
Mateo 21:18
¶ Y por la mañana volviendo a la ciudad, tuvo hambre.
Mateo 21:19
Y viendo una higuera sobre el camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente, y le dijo: Nunca más para siempre nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
Mateo 21:20
Y viendo esto los discípulos, maravillados decían: ¡Cómo se secó luego la higuera!
Mateo 21:21
Y respondiendo Jesús les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto a la higuera; mas si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
Mateo 21:22
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Mateo 21:23
¶ Y como vino al Templo, se llegaron a él cuando estaba enseñando, los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo, diciendo: ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Y quién te dio esta autoridad?
Mateo 21:24
Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os preguntaré una palabra, la cual si me dijereis, también yo os diré con qué autoridad hago esto.
Mateo 21:25
El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces pensaron entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué pues no le creisteis?
Mateo 21:26
Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.
Mateo 21:27
Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Ni yo os digo con qué autoridad hago esto.
Mateo 21:28
¶ Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.
Mateo 21:29
Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fue.
Mateo 21:30
Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo voy señor. Y no fue.
Mateo 21:31
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Dicen ellos: El primero. Les dijo Jesús: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras os van delante al Reino de Dios.
Mateo 21:32
Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia (rectitud) , y no le creisteis; y los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, nunca os arrepentisteis después para creerle.
Mateo 21:33
¶ Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña; y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dio a renta a labradores, y se fue lejos.
Mateo 21:34
Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.
Mateo 21:35
Mas los labradores, tomando a los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon.
Mateo 21:36
Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
Mateo 21:37
Y a la postre les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
Mateo 21:38
Mas los labradores, viendo al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y tomemos su heredad.
Mateo 21:39
Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.
Mateo 21:40
Pues cuando viniere el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
Mateo 21:41
Le dicen: a los malos destruirá sin misericordia, y su viña dará a renta a otros labradores, que le paguen el fruto a sus tiempos.
Mateo 21:42
Les dijo Jesús: ¿Nunca leisteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, esta fue hecha por cabeza de esquina? Por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos.
Mateo 21:43
Por tanto os digo, que el Reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que hagan el fruto de él.
Mateo 21:44
Y el que cayere sobre esta piedra, será quebrantado; y sobre quien ella cayere, lo desmenuzará.
Mateo 21:45
Oyendo los príncipes de los sacerdotes y los fariseos sus parábolas, entendieron que hablaba de ellos.
Mateo 21:46
Y buscando cómo echarle mano, temieron al pueblo; porque le tenían por profeta.
Mateo 22:1
¶ Y respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:
Mateo 22:2
El Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo fiesta de bodas a su hijo;
Mateo 22:3
y envió sus siervos para que llamasen los invitados a las bodas; pero no quisieron venir.
Mateo 22:4
Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los llamados: He aquí, mi comida he aparejado, mis toros y animales engordados son muertos, y todo está preparado: venid a las bodas.
Mateo 22:5
Mas ellos sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza y otro a sus negocios.
Mateo 22:6
Y otros, tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron.
Mateo 22:7
Y el rey, oyendo esto , se enojó y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad.
Mateo 22:8
Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están aparejadas, mas los que eran llamados no eran dignos.
Mateo 22:9
Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis.
Mateo 22:10
Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Mateo 22:11
Y entró el rey para ver los convidados, y vio allí un hombre no vestido de vestido de boda.
Mateo 22:12
Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Y a él se le cerró la boca.
Mateo 22:13
Entonces el rey dijo a los que servían: Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 22:14
Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Mateo 22:15
¶ Entonces, idos los fariseos, consultaron cómo le tomarían en alguna palabra.
Mateo 22:16
Y envían a él los discípulos de ellos, con los de Herodes, diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te curas de nadie, porque no tienes acepción de persona de hombres.
Mateo 22:17
Dinos pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
Mateo 22:18
Mas Jesús, entendida su malicia, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Mateo 22:19
Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
Mateo 22:20
Entonces les dice: ¿De quién es esta imagen, y lo que está encima escrito?
Mateo 22:21
Ellos le dicen: De César. Y les dijo: Pagad pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Mateo 22:22
Y oyendo esto , se maravillaron, y dejándole se fueron.
Mateo 22:23
¶ Aquel día llegaron a él los saduceos, que dicen no haber resurrección, y le preguntaron,
Mateo 22:24
diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se case con su mujer, y despertará simiente a su hermano.
Mateo 22:25
Hubo pues, entre nosotros siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió; y no teniendo simiente, dejó su mujer a su hermano.
Mateo 22:26
De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta los siete.
Mateo 22:27
Y después de todos murió también la mujer.
Mateo 22:28
En la resurrección pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer? Porque todos la tuvieron.
Mateo 22:29
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y la potencia de Dios.
Mateo 22:30
Porque en la resurrección, ni maridos tomarán mujeres, ni las mujeres maridos; porque son como los ángeles de Dios en el cielo.
Mateo 22:31
Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que es dicho de Dios a vosotros, que dice:
Mateo 22:32
YO SOY el Dios de Abraham y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de los muertos, sino de los que viven.
Mateo 22:33
Y oyendo esto la multitud, estaba fuera de sí por su doctrina.
Mateo 22:34
¶ Entonces los fariseos, oyendo que había cerrado la boca a los saduceos, se juntaron a una.
Mateo 22:35
Y preguntó uno de ellos, intérprete de la ley, tentándolo y diciendo:
Mateo 22:36
Maestro, ¿cuál es el Mandamiento Grande en la ley?
Mateo 22:37
Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y de toda tu mente.
Mateo 22:38
Este es el Primero y el Grande Mandamiento.
Mateo 22:39
Y el Segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 22:40
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Mateo 22:41
¶ Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó,
Mateo 22:42
diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿De quién es Hijo? Le dicen ellos: De David.
Mateo 22:43
El les dice: ¿Pues cómo David en Espíritu lo llama Señor, diciendo:
Mateo 22:44
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra y entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies?
Mateo 22:45
Pues si David lo llama Señor, ¿cómo es su Hijo?
Mateo 22:46
Y nadie le podía responder palabra. Ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.
Mateo 23:1
¶ Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos,
Mateo 23:2
diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos.
Mateo 23:3
Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras; porque dicen, y no la hacen.
Mateo 23:4
Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover.
Mateo 23:5
Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;
Mateo 23:6
y aman el primer lugar en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas;
Mateo 23:7
y las salutaciones en las plazas, y ser llamados por los hombres Rabí, Rabí.
Mateo 23:8
Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.
Mateo 23:9
Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos.
Mateo 23:10
Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
Mateo 23:11
El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
Mateo 23:12
Porque el que se ensalzare, será humillado; y el que se humillare, será ensalzado.
Mateo 23:13
¶ Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el Reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.
Mateo 23:14
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque coméis las casas de las viudas, y por pretexto hacéis larga oración; por esto llevaréis mas grave juicio.
Mateo 23:15
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque rodeáis el mar y la tierra por hacer un prosélito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del quemadero dos veces más que vosotros.
Mateo 23:16
¡Ay de vosotros, guías ciegos! Que decís: Cualquiera que jurare por el Templo es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del Templo, deudor es.
Mateo 23:17
¡Insensatos y ciegos! Porque ¿cuál es mayor, el oro, o el Templo que santifica al oro?
Mateo 23:18
Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es.
Mateo 23:19
¡Insensatos y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, el presente, o el altar que santifica al presente?
Mateo 23:20
Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;
Mateo 23:21
y el que jurare por el Templo, jura por él, y por Aquel que habita en él;
Mateo 23:22
y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquel que está sentado sobre él.
Mateo 23:23
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más importante de la ley: el juicio y la misericordia y la fe; esto era necesario hacer, y no dejar lo otro.
Mateo 23:24
¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello!
Mateo 23:25
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo que está de fuera del vaso o del plato; mas por dentro están llenos de robo y de incontinencia.
Mateo 23:26
¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio!
Mateo 23:27
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad.
Mateo 23:28
Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres; mas por dentro, llenos estáis de hipocresía e iniquidad.
Mateo 23:29
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,
Mateo 23:30
y decís: Si estuviéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas.
Mateo 23:31
Así que, testimonio dais a vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
Mateo 23:32
¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!
Mateo 23:33
¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo evitaréis el juicio del quemadero?
Mateo 23:34
¶ Por tanto, he aquí, yo envío a vosotros profetas, y sabios, y escribas; y de ellos, a unos mataréis y colgaréis de un madero, y a otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad.
Mateo 23:35
Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, al cual matasteis entre el Templo y el altar.
Mateo 23:36
De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
Mateo 23:37
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!
Mateo 23:38
He aquí vuestra Casa os es dejada desierta.
Mateo 23:39
Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Mateo 24:1
¶ Y salido Jesús, se iba del Templo; y se llegaron sus discípulos, para mostrarle los edificios del Templo.
Mateo 24:2
Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruida.
Mateo 24:3
Y sentándose él en el Monte de las Olivas, se llegaron a él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
Mateo 24:4
¶ Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
Mateo 24:5
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Mateo 24:6
Y oiréis guerras, y rumores de guerras; mirad que no os turbéis; porque es necesario que todo esto acontezca; mas aún no es el fin.
Mateo 24:7
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.
Mateo 24:8
Y todas estas cosas, principio de dolores.
Mateo 24:9
Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las naciones por causa de mi nombre.
Mateo 24:10
Muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Mateo 24:11
Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos.
Mateo 24:12
Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se enfriará.
Mateo 24:13
Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Mateo 24:14
Y será predicado este Evangelio del Reino en el mundo entero, por testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mateo 24:15
Por tanto, cuando viereis la abominación de asolamiento, que fue dicha por Daniel profeta, que estará en el lugar santo, (el que lee, entienda),
Mateo 24:16
Entonces los que están en Judea, huyan a los montes;
Mateo 24:17
y el que sobre el terrado, no descienda a tomar algo de su casa;
Mateo 24:18
y el que en el campo, no vuelva otra vez a tomar sus vestidos.
Mateo 24:19
Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días!
Mateo 24:20
Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado de fiesta ;
Mateo 24:21
porque habrá entonces gran tribulación, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será.
Mateo 24:22
Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Mateo 24:23
Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, o allí, no creáis.
Mateo 24:24
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos.
Mateo 24:25
He aquí os lo he dicho antes.
Mateo 24:26
Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está, no salgáis; he aquí en las cámaras, no creáis.
Mateo 24:27
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.
Mateo 24:28
Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
Mateo 24:29
Y luego, después de la tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas.
Mateo 24:30
Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.
Mateo 24:31
Y enviará sus ángeles con trompeta y gran voz; y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.
Mateo 24:32
¶ Del árbol de la higuera aprended la comparación: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.
Mateo 24:33
Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las puertas.
Mateo 24:34
De cierto os digo, que no pasará esta edad, que todas estas cosas no acontezcan.
Mateo 24:35
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Mateo 24:36
Pero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.
Mateo 24:37
Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.
Mateo 24:38
Porque como eran en los días antes del diluvio, estaban comiendo y bebiendo, tomando mujeres los maridos y dándolas los padres , hasta el día que Noé entró en el arca,
Mateo 24:39
y no conocieron hasta que vino el diluvio y tomó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre.
Mateo 24:40
Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
Mateo 24:41
Dos mujeres estarán moliendo a un molinillo; la una será tomada, y la otra será dejada.
Mateo 24:42
Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Mateo 24:43
Pero sabed esto, que si el padre de la familia supiese a cuál hora el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
Mateo 24:44
Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis.
Mateo 24:45
¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su familia para que les dé alimento a tiempo?
Mateo 24:46
Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare haciendo así.
Mateo 24:47
De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá.
Mateo 24:48
Y si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor se tarda en venir;
Mateo 24:49
y comenzare a herir a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
Mateo 24:50
vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera, y a la hora que no sabe,
Mateo 24:51
y le cortará por medio, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 25:1
¶ Entonces el Reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
Mateo 25:2
Y cinco de ellas eran prudentes, y cinco fatuas.
Mateo 25:3
Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
Mateo 25:4
mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas.
Mateo 25:5
Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron.
Mateo 25:6
Y a la medianoche fue hecho un clamor: He aquí, el esposo viene; salid a recibirle.
Mateo 25:7
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas.
Mateo 25:8
Y las fatuas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
Mateo 25:9
Mas las prudentes respondieron, diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras.
Mateo 25:10
Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Mateo 25:11
Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos.
Mateo 25:12
Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.
Mateo 25:13
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.
Mateo 25:14
¶ Porque es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Mateo 25:15
Y a éste dio cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno; a cada uno conforme a su facultad; y luego se fue lejos.
Mateo 25:16
Y partido él, el que había recibido cinco talentos granjeó con ellos, e hizo otros cinco talentos.
Mateo 25:17
Asimismo el que había recibido dos, ganó también él otros dos.
Mateo 25:18
Mas el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Mateo 25:19
Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos.
Mateo 25:20
Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos que he ganado sobre ellos.
Mateo 25:21
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mateo 25:22
Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos que he ganado sobre ellos.
Mateo 25:23
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mateo 25:24
Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste;
Mateo 25:25
por tanto tuve miedo, y fui, y escondí tu talento en la tierra; he aquí tienes lo que es tuyo.
Mateo 25:26
Y respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí;
Mateo 25:27
por tanto, te convenía dar mi dinero a los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con logro.
Mateo 25:28
Quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
Mateo 25:29
Porque a cualquiera que tuviere, le será dado, y tendrá más; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado.
Mateo 25:30
Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 25:31
¶ Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria.
Mateo 25:32
Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mateo 25:33
Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda.
Mateo 25:34
Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Mateo 25:35
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis;
Mateo 25:36
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.
Mateo 25:37
Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿O sediento, y te dimos de beber?
Mateo 25:38
¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿O desnudo, y te cubrimos?
Mateo 25:39
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Mateo 25:40
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis.
Mateo 25:41
Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles;
Mateo 25:42
porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
Mateo 25:43
fui huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Mateo 25:44
Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o huésped, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Mateo 25:45
Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, tampoco a mí lo hicisteis.
Mateo 25:46
E irán éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.
Mateo 26:1
¶ Y aconteció que, como hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos:
Mateo 26:2
Sabéis que dentro de dos días se hace la Pascua, y el Hijo del hombre es entregado para ser colgado en un madero.
Mateo 26:3
Entonces los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos del pueblo se juntaron en el patio del sumo sacerdote, el cual se llamaba Caifás;
Mateo 26:4
Y tuvieron consejo para prender por engaño a Jesús, y matarle.
Mateo 26:5
Y decían: No en el día de fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.
Mateo 26:6
¶ Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,
Mateo 26:7
vino a él una mujer, teniendo un vaso de alabastro de ungüento de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.
Mateo 26:8
Lo cual viendo sus discípulos, se enojaron, diciendo: ¿Por qué se pierde esto?
Mateo 26:9
Porque esto se podía vender por gran precio, y darse a los pobres.
Mateo 26:10
Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué dais pena a esta mujer? Pues ha hecho conmigo buena obra.
Mateo 26:11
Porque siempre tienen pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
Mateo 26:12
Porque echando este ungüento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho.
Mateo 26:13
De cierto os digo, que dondequiera que este Evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho.
Mateo 26:14
¶ Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los príncipes de los sacerdotes,
Mateo 26:15
y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata.
Mateo 26:16
Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.
Mateo 26:17
¶ Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la Pascua?
Mateo 26:18
Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la Pascua con mis discípulos.
Mateo 26:19
Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la Pascua.
Mateo 26:20
Y como fue la tarde del día, se sentó a la mesa con los doce.
Mateo 26:21
Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
Mateo 26:22
Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?
Mateo 26:23
Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me ha de entregar.
Mateo 26:24
A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera al tal hombre no haber nacido.
Mateo 26:25
Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo: ¿Por ventura soy yo, Maestro? Le dice: Tú lo has dicho.
Mateo 26:26
¶ Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y habiendo dado gracias, lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. Esto es mi cuerpo.
Mateo 26:27
Y tomando el vaso, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos;
Mateo 26:28
porque esto es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.
Mateo 26:29
Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo que beber nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.
Mateo 26:30
Y habiendo cantado un himno, salieron al monte de las Olivas.
Mateo 26:31
¶ Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas.
Mateo 26:32
Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
Mateo 26:33
Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado.
Mateo 26:34
Jesús le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
Mateo 26:35
Le dice Pedro: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Mateo 26:36
¶ Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, hasta que vaya allí y ore.
Mateo 26:37
Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
Mateo 26:38
Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Mateo 26:39
Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; pero no como yo quiero, sino como tú.
Mateo 26:40
Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?
Mateo 26:41
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está presto, mas la carne debil.
Mateo 26:42
Otra vez fue, segunda vez, y oró diciendo: Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.
Mateo 26:43
Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados.
Mateo 26:44
Y dejándolos se fue de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras.
Mateo 26:45
Entonces vino a sus discípulos y les dice: Dormid ya, y descansad; he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
Mateo 26:46
Levantaos, vamos; he aquí ha llegado el que me ha entregado.
Mateo 26:47
¶ Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él muchas personas con espadas y bastones, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.
Mateo 26:48
Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle.
Mateo 26:49
Y luego que llegó a Jesús, dijo: Hallas gozo, Maestro. Y le besó.
Mateo 26:50
Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano a Jesús, y le prendieron.
Mateo 26:51
Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó una oreja.
Mateo 26:52
Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán.
Mateo 26:53
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?
Mateo 26:54
¿Cómo, pues, se cumplirían las Escrituras, de que así tiene que ser?
Mateo 26:55
En aquella hora dijo Jesús a la multitud: ¿Como a ladrón habéis salido con espadas y con bastones a prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el Templo, y no me prendisteis.
Mateo 26:56
Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole.
Mateo 26:57
¶ Y ellos, prendido Jesús, le llevaron a Caifás sumo sacerdote, donde los escribas y los ancianos estaban juntos.
Mateo 26:58
Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, estaba sentado con los criados, para ver el fin.
Mateo 26:59
Y los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos, y todo el consejo, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarlo a la muerte;
Mateo 26:60
y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se llegaban, aun no lo hallaron; mas a la postre vinieron dos testigos falsos,
Mateo 26:61
que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el Templo de Dios, y en tres días reedificarlo.
Mateo 26:62
Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?
Mateo 26:63
Mas Jesús callaba. Respondiendo el sumo sacerdote, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios.
Mateo 26:64
Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y aun os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia, y que viene en las nubes del cielo.
Mateo 26:65
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestidos, diciendo: Ha blasfemado; ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.
Mateo 26:66
¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: Culpado es de muerte.
Mateo 26:67
Entonces le escupieron en su rostro, y le dieron de bofetadas; y otros le herían con las varas,
Mateo 26:68
diciendo: Profetízanos, oh Cristo, quién es el que te ha herido.
Mateo 26:69
¶ Y Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se llegó a él una criada, diciendo: Y tú con Jesús el Galileo estabas.
Mateo 26:70
Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
Mateo 26:71
Y saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús Nazareno.
Mateo 26:72
Y negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
Mateo 26:73
Y un poco después llegaron los que estaban por allí, y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu habla te hace manifiesto.
Mateo 26:74
Entonces comenzó a imprecarse, y a jurar, diciendo : No conozco al hombre. Y un gallo cantó luego.
Mateo 26:75
Y se acordó Pedro de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
Mateo 27:1
¶ Y venida la mañana, entraron en consejo todos los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesús, para entregarle a muerte.
Mateo 27:2
Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, presidente.
Mateo 27:3
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos,
Mateo 27:4
diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da a nosotros? Tú lo verás.
Mateo 27:5
Y arrojando las piezas de plata al Templo, salió y fue y se ahorcó.
Mateo 27:6
Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el arca de la limosna, porque es precio de sangre.
Mateo 27:7
Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros.
Mateo 27:8
Por lo cual fue llamado aquel campo, Acéldema: Campo de sangre , hasta el día de hoy.
Mateo 27:9
Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel;
Mateo 27:10
y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
Mateo 27:11
¶ Y Jesús estuvo delante del gobernador; y el gobernador le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.
Mateo 27:12
Y siendo acusado por los príncipes de los sacerdotes, y por los ancianos, nada respondió.
Mateo 27:13
Pilato entonces le dice: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
Mateo 27:14
Y no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Mateo 27:15
Y en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, cual quisiesen.
Mateo 27:16
Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás.
Mateo 27:17
Y juntos ellos, les dijo Pilato: ¿Cuál queréis que os suelte? ¿A Barrabás o a Jesús que se dice Cristo?
Mateo 27:18
Porque sabía que por envidia le habían entregado.
Mateo 27:19
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió a él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él.
Mateo 27:20
Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese a Barrabás, y a Jesús matase.
Mateo 27:21
Y respondiendo el gobernador les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: a Barrabás.
Mateo 27:22
Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Le dicen todos: Sea colgado en un madero.
Mateo 27:23
Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea colgado en un madero.
Mateo 27:24
Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; veréislo vosotros.
Mateo 27:25
Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
Mateo 27:26
¶ Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser colgado en un madero.
Mateo 27:27
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y juntaron a él toda la cuadrilla;
Mateo 27:28
y desnudándole, le echaron encima un manto de grana;
Mateo 27:29
y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Hallas gozo, rey de los Judíos!
Mateo 27:30
Y escupiendo en él, tomaban la caña, y le herían en su cabeza.
Mateo 27:31
Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para colgarle en el madero.
Mateo 27:32
Y saliendo, hallaron a un cireneo, que se llamaba Simón; a éste cargaron para que llevase su madero.
Mateo 27:33
¶ Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgota, que es dicho: El lugar de la calavera,
Mateo 27:34
le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustándolo, no quiso beberlo.
Mateo 27:35
Y después que le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
Mateo 27:36
Y sentados le guardaban allí.
Mateo 27:37
Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS EL REY DE LOS JUDIOS.
Mateo 27:38
Entonces colgaron en maderos con él dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.
Mateo 27:39
Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas,
Mateo 27:40
y diciendo: Tú, el que derribas el Templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de Dios, desciende del madero.
Mateo 27:41
De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciendo con los escribas y los ancianos, decían:
Mateo 27:42
A otros salvó, a sí mismo no puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora del madero, y creeremos a él.
Mateo 27:43
Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
Mateo 27:44
Lo mismo también le injuriaban los ladrones que estaban colgados en maderos con él.
Mateo 27:45
Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Mateo 27:46
Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Mateo 27:47
Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.
Mateo 27:48
Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba de beber.
Mateo 27:49
Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.
Mateo 27:50
¶ Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con gran voz, dio el Espíritu.
Mateo 27:51
Y he aquí, el velo del Templo se rompió en dos, de alto a bajo; y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;
Mateo 27:52
y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
Mateo 27:53
y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
Mateo 27:54
Y el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.
Mateo 27:55
Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea a Jesús, sirviéndole,
Mateo 27:56
entre las cuales estaban María Magdalena, y María de Jacobo, y la madre de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Mateo 27:57
¶ Cuando llegó la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús.
Mateo 27:58
Este llegó a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.
Mateo 27:59
Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,
Mateo 27:60
y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y revuelta una grande piedra a la puerta del sepulcro, se fue.
Mateo 27:61
Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.
Mateo 27:62
Y el siguiente día, que es el segundo día de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los fariseos a Pilato,
Mateo 27:63
diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después del tercer día resucitaré.
Mateo 27:64
Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; para que no vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.
Mateo 27:65
Y Pilato les dijo: Tenéis la guardia: id, aseguradlo como sabéis.
Mateo 27:66
Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro con guardia, sellando la piedra.
Mateo 28:1
¶ Y advancado el sábado, amaneciendo para el primero de los sábados, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro.
Mateo 28:2
Y he aquí, fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra del sepulcro , y estaba sentado sobre ella.
Mateo 28:3
Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.
Mateo 28:4
Y de miedo de él los guardas se asombraron, y fueron vueltos como muertos.
Mateo 28:5
Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue colgado en un madero.
Mateo 28:6
No está aquí; porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.
Mateo 28:7
E id presto, decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos; y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis; he aquí, os lo he dicho.
Mateo 28:8
Entonces ellas , saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y yendo a dar las nuevas a sus discípulos,
Mateo 28:9
he aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Halláis gozo. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron.
Mateo 28:10
Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.
Mateo 28:11
¶ Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron a la ciudad, y dieron aviso a los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
Mateo 28:12
Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
Mateo 28:13
diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros.
Mateo 28:14
Y si esto fuere oído del gobernador, nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros.
Mateo 28:15
Y ellos, tomando el dinero, hicieron como estaban instruidos: y este dicho fue divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.
Mateo 28:16
¶ Mas los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
Mateo 28:17
Cuando le vieron, le adoraron; mas algunos dudaban.
Mateo 28:18
Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Mateo 28:19
Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Mateo 28:20
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén.